La regata «The Ocean Race» ha comenzado con un arduo desafío en el Mediterráneo, donde las tripulaciones han enfrentado condiciones extenuantes durante dos días antes de adentrarse en el Atlántico.
El segundo día de «The Ocean Race» llevó a los competidores a buscar aguas más calmadas cerca de la costa española para evitar las condiciones extremas de viento y olas que habían enfrentado al cruzar el Estrecho de Gibraltar y entrar al Atlántico. Para la categoría IMOCA, cada cambio de rumbo cerca de la costa representaba un riesgo de daños, pero reducir el número de viradas significaba enfrentar vientos más fuertes y olas más grandes.
El equipo 11th Hour Racing y su competidor más cercano, Holcim-PRB, se enfrentaron en una lucha de cambios de rumbo mientras navegaban hacia el oeste. La tripulación de Charlie Enright, líder de la carrera, se vio presionada para defender su posición y al mismo tiempo elegir los mejores bordos a lo largo de la costa. Con cada virada, el equipo de Kevin Escoffier fue acortando la ventaja del 11th Hour Racing, reduciendo la distancia entre ellos hora tras hora.
El momento decisivo se dio en las primeras horas del día cuando Holcim-PRB fue el primero en virar a estribor. Poco después, el viento cambió ligeramente hacia el norte, dándoles una ventaja crucial. Cuando la tripulación de Enright viró, se encontraba detrás de Escoffier al acercarse a Gibraltar.
Llegar primero al Estrecho a las 0400 UTC le dio una ventaja al Holcim-PRB. Nueve cambios de rumbo y tres horas más tarde, ambos equipos emergieron en el Atlántico. El 11th Hour Racing de Enright los había seguido de cerca y después de 13 cambios de rumbo, también salieron hacia el oeste. Según las previsiones meteorológicas del Race Control en Alicante, los equipos líderes podrían beneficiarse de una ruta más al norte antes de tomar el viento del norte que los llevaría hacia el sur hasta Cabo Verde. Mientras recorrían la costa española, esta parecía ser la estrategia de la pareja de cabeza.
